Cada vez más parejas eligen casarse en invierno, porque consideran que es la temporada más romántica y fascinante de todas. Y ahora que estamos en invierno, nada mejor que hablar de los beneficios que tienen casarse en esta estación. 

A continuación os damos varias razones de por qué elegir casarse en invierno:

La decoración resultará muy especial:

Las bodas en estos meses del año dan mucho juego. Y es que la decoración de las bodas de invierno está llena de posibilidades. Por un lado, hay muchos elementos que podréis incluir, como piñas, hojas secas y flores típicas de la estación. Pero también alfombras y mantas repartidas por los diferentes escenarios. 

Por otro lado, los colores de invierno llenarán vuestra boda de rojos, dorados, naranjas, marrones, verdes y tonos plata. ¡Excelentes aliados! Sin olvidarse de todas las posibilidades del blanco, que quedará especialmente bien si la temperatura exterior es muy fría. Así que, si buscáis originalidad por encima de todo, ¡esta es vuestra estación! 

Y no, no nos olvidamos de un básico imprescindible en la decoración de una boda de invierno: la iluminación. Con luces cálidas y acogedoras. ¿Qué piezas no pueden faltar? Velas, candelabros, guirnaldas de led y todo tipo de lámparas.

Más disponibilidad de fechas:

Normalmente los meses de invierno no se celebran tantas bodas como durante el resto del año, por lo que es más sencillo encontrar fechas libres disponibles, tanto para el lugar de la ceremonia y el del banquete como para el resto de los servicios que queráis contratar.

Ahorro económico:

Por un lado, la época de celebración de bodas es cada vez más amplia. Por otro lado,  a medida que avanza la época de frío, hay más posibilidades de encontrar mejores precios. Eso implica que también haya más proveedores disponibles. Esto es algo que trae muchos quebraderos de cabeza en épocas como primavera y verano.

Hay muchos más lugares de celebración para elegir. Además, los hay que ofrecen promociones y descuentos en bodas celebradas en los meses de otoño o invierno.

Otra ventaja, es el destino que elijáis para celebrar vuestra luna de miel. Al ser invierno y estar fuera de temporada, podrás encontrar vuelos y estancias en hoteles que bajan sus precios. 

Menos estrés:

Parece que no, pero planificar una boda en verano trae con sigo mucho estrés relacionado con el clima. Sin embargo las bodas en invierno no tienen ese problema, ya que dais por hecho que las temperaturas serán bajas y el evento transcurrirá en un espacio interior cerrado. Desaparece la preocupación de si «dan lluvias» y evitareis la incomodidad que conlleva las condiciones inesperadas de la estación veraniega (precipitaciones, bajón de temperaturas, ola de calor abrasante).

Disponibilidad invitados:

Durante los meses de diciembre a marzo puede que vuestra boda sea la única que tengan en el horizonte vuestros invitados. Al no existir solapamiento entre bodas hará muy probable que la mayoría de los invitados estén disponibles para asistir. Además cogerán con más ganas vuestra boda, ya que se desviará de las convencionales bodas veraniegas.

Fotos de boda increíbles:

La boda de invierno tienen algo especial que es imposible ver en las de verano: si tienes la suerte de que en el momento del enlace caigan algunos copos de nieve, estáis bendecidos, te van a quedar las fotos más originales, que le van a dar un toque muy especial.

Definitivamente, casarse en invierno es una buena decisión